El biólogo argentino Pablo Borboroglu fue reconocido con el Indianapolis Prize, también conocido como el “Nobel de Conservación”, por su trayectoria en el estudio y cuidado de las distintas variedades de pingüinos que hay en el planeta.
Resultó elegido por un jurado que en principio lo seleccionó junto a otro cinco candidatos entre 30 postulantes. “Fue una enorme sorpresa”, aseguró desde Londres, donde la semana pasada recibió esta distinción.

“Yo la verdad es que no lo esperaba. Fue una sorpresa muy grande. Nos convocaron en Londres a los finalistas que éramos seis. Yo ya estaba muy contento de estar entre los últimos finalistas rodeado de colegas que admito un montón y respeto. Fue un alegrón”, contó en LU5.
“Inesperado también el impacto que tuvo; que eso es muy bueno para nuestra causa de pingüinos y océanos”, destacó.
“Hace 34 años que soy biólogo marino, trabajo en conservación marina pero enfocado en pingüinos. Creamos una organización que se llama Global Penguin Society, que promueve la protección de todos los pingüinos del mundo a través de investigación para guiar acciones de conservación y proteger hábitat. Ya hemos protegido 13 millones de hectáreas de hábitat marinos o costeros”, contó el biólogo.
Señaló que la organización también desarrollo un programa educativo muy grande local que lleva a los chicos de países en desarrollo a conocer a sus pingüinos cercanos. Y un programa más global donde a través de las aves tratan temas como el cambio climático, petróleo, plástico y energías renovables.
Borboroglu comentó que en el mundo hay 18 especies de pingüinos, de las cuales la mitad está amenazada.
Podcast (lu5): Reproducir en una nueva ventana | Descargar