En 2019 comenzó un sueño en conjunto entre la Asociación Civil Ciencia Sativa y el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA): producir una variedad propia de cannabis medicinal.
Tras varios años de trabajo y experimentación, el proyecto logró desarrollar “Cannawine INTA-ACCS” caracterizada por contener altos niveles de cannabidiol (CBD) y bajos de tetrahidrocannabinol (THC).
Además, lo destacable es que es la primera variedad de cannabis medicinal producida por el INTA y ya tiene su registro propio en el Instituto Nacional de Semillas (INASE).
Mariana Amorosi, asistente de Planificación del Centro Regional Patagonia Norte del INTA, responsable legal y coordinadora del proyecto de cannabis, contó en LU5 cómo se comenzó a trabajar en 2019.
La Asociación “venía trabajando esta variedad con sus pacientes y en el INTA lo que hicimos fue estabilizarla, homogeneizarla y pudimos terminar de lograr la ‘Cannawine’ en el laboratorio de fitomejoramiento de Bariloche de la estación experimental del INTA“, contó.
Al tener altos contenidos de CBD y bajos de THC, se presenta como una alternativa ideal para el tratamiento de la epilepsia refractaria, especialmente en niños.
Por otra parte, la referente del INTA comentó que en Río Negro se aprobó un convenio público privado en el que se establecen diferentes roles. Por un lado, el Instituto y Ciencia Sativa se comprometen a generar las flores, mientras que un laboratorio extrae la resina y, finalmente, la Productora Farmacéutica Sociedad del Estado (PROFARSE) en encarga de elaborar el preparado final.
“Pretendíamos tener la cadena completa y que a la sociedad le llegue el producto final, el aceite de cannabis”, puntualizó Amorosi.
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