El Obispo de la diócesis de Neuquén, Fernando Croxatto, repudió lo ocurrido anoche en Buenos Aires en referencia al intento de asesinato de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner. Aseguró que se sobrepasó un límite que puso en jaque a todo un país.
A su vez, monseñor explicó que lo vivido anoche revela el grito escondido “de muchos corazones”, que es “la impotencia que se manifiesta en violencia”.
Por otra parte, Croxatto reflexionó sobre los motivos del ataque contra la presidenta y que cada uno quiere saber “de dónde nace esta agresión” del hecho tan significativo de este magnicidio.
Al mismo tiempo, el obispo neuquino dijo que es necesario defender la Justicia, pero que a veces nos cuesta creer en ella “porque tenemos tantos hechos sin resolución” que finalmente se transforma en “violencia contenida”.
En relación a las declaraciones realizadas por distintos funcionarios y referentes políticos, del ámbito local, reflexionó sobre el llamado a una reacción para superar las diferencias y apostar por la unidad.
“La unidad es más que el conflicto y en algún punto tenemos que dejar nuestros conflictos y nuestras posturas para apuntar a algo más alto, más profundo y superador” aseguró Croxatto.
“Estas realidades nos tienen que movilizar a todos para apostar al bien común. No podemos seguir atrincherándonos en nuestras propias miradas en esa puja de poder que genera mucha violencia”, agregó.
En relación a las reacciones cotidianas cargadas de violencia que ocurren a diario, el obispo neuquino dijo “cuando tenemos un nivel de pobreza educativa, no sé puede pedirle a muchos de la población que dominen esa violencia que se despierta de golpe en el corazón frente a las injusticias”.