Después de haber negado la necesidad y la voluntad del Gobierno Nacional de establecer un tipo diferenciado de cambio para la producción agraria, finalmente ayer el Banco Central de la República Argentina lanzó un régimen especial con vigencia hasta el 31 de agosto, para incentivar ventas de soja.
Con esta medida, los exportadores podrán obtener por cada dólar vendido unos 160 pesos, bastante menos que los 323 que hoy obtendrían en el mercado negro pero superior a los 137 de la cotización oficial, fijada por el Estado.
Según el Banco Central, no se trata de un tipo de cambio especial, sino de un mecanismo que permitirá a los productores sostener el valor de su inversión y los incentivará a liquidar los granos que, denuncia el Gobierno, mantienen retenidos a la espera de una devaluación de la moneda nacional.
Gonzalo Echegaray, economista de Echegaray, Fernández y Asociados, aseguró que el primer dato es que no se consultó previamente con las cámaras agrarias y ya hay algunas repercusiones.
“Las agrupaciones del campo plantearon que es de difícil implementación y que no creen que genere un quiebre en la tendencia que veníamos viendo”, aseguró el economista.
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