Marcelino Méndez, aquel formidable jockey neuquino que supo brillar décadas atrás en los máximos escenarios porteños, volvió a correr en el hipódromo neuquino y logró el triunfo más soñado: ganar con el caballo que entrena su hija Jesica.
Camino a los 50 y prácticamente retirado de la actividad, el popular “Loco” Méndez vive en Añelo, y de vez en cuando se sube al pingo de algún amigo o a pedido de alguien especial como su hija. “Físicamente estoy bien, pero lo hago simplemente porque todavía me emociona correr”, contó.
Hermano del crack José Ricardo Méndez, y parte de una familia ligada al turf de Neuquén, el reconocido Marcelino repasó en LU5 parte de su carrera, sus comienzos, los entrenadores que lo guiaron y de sus colegas de la zona y de Buenos Aires.
A poco de los festejos de un nuevo aniversario del Jockey Club Neuquén, la palabra de Marcelino Méndez también es un viaje del pasado a la actualidad con anécdotas para recordar por siempre.
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