La Isla Verde está habitada desde la década del ´70, por los descendientes de la familia Baeza que se asentó en aquel lugar a orillas del río Limay para dedicarse a la cría de animales. Ahora, los descendientes de estos pioneros reclaman la regularización de sus tierras y la posibilidad de acceder a los servicios básicos.
En diálogo con LU5, Romina Baeza, vecina del lugar, explicó que pudieron reunirse con las autoridades de la Autoridad Interjurisdiccional de las Cuencas (AIC) que los autorizaron para vivir en el lugar que era una zona inundable, pero ahora necesitan que la Dirección Provincial de Recursos Hídricos les dé el permiso que hasta el momento les vienen negando.
La mujer dijo que si no cuentan con esos trámites, las familias que están instaladas en la Isla Verde no pueden realizar las mensuras del lugar y tampoco pueden acceder, por ejemplo, al servicio de electricidad.
“Somos aproximadamente diez familias y una no tiene luz porque lamentablemente mi papá no puede seguir dando extensiones. Corremos el riesgo de que el único medidor que tenemos se prenda fuego”, remarcó Romina Baeza.
Respecto al nivel del río, la referente de la Isla Verde comentó que la obra del paseo costero funciona como una defensa ante las crecidas del Limay. “En la punta donde hicieron el mirador, era la parte complicada porque cada vez que crecía el río, el agua se iba comiendo el borde. Han hecho una defensa muy buena ahí y la verdad que no hemos tenido problemas y ni siquiera dentro de la isla hemos tenido filtraciones”, detalló Baeza.