La Península Valdés se encuentra sobre el mar argentino, en la provincia de Chubut. Fue declarada Patrimonio de la Humanidad en 1999 por la Unesco y hoy sufre una preocupante contaminación por desechos de los barcos pesqueros, que se dedican a la pesca de calamar y langostino en las costas patagónicas.
En diálogo con LU5, Rodrigo Hernández Moresino, Doctor en Biología e Investigador del CONICET, detalló la situación que se vive en todas las costas del mar argentino con la inmensa cantidad de residuos plásticos que invaden las playas.
“Los plásticos se tiran en los océanos pensando que es un gran basural donde todo se pierde y todo se diluye, pero no es tan así porque lo estamos empezando a ver en las costas. Esto es solo lo que vemos, no vemos lo que se está hundiendo”, dijo.

Respecto al trabajo que se realiza desde CONICET, Hernández Moresino explicó que actualmente está trabajando “sobre la presencia de microplásticos, más chicos que cinco milímetros, que son los plásticos que están entrando en la cadena trófica (conjunto de cadenas alimentarias de un ecosistema) desde los organismos más chicos y después incorporados hacia organismos cada vez más grandes que se van comiendo a los pequeños”.

En referencia al estado de las costas patagónicas, Hernández Moresino señaló “lo que vemos en las costas son los desechos de los productos pesqueros. Es impresionante la cantidad de plásticos proveniente de los barcos que estamos viendo hoy día en todas las costas patagónicas y casi en todas las costas de Argentina. Esto está generando un impacto muy grande en la visualización de lugares que se suponían que eran prístinos, lugares donde el hombre no está llegando pero si sus residuos plásticos. Y es por eso que se está viralizando mucho el tema de los elefantes marinos, los lobos marinos. Es muy grave lo que está ocurriendo porque estamos destruyendo su hábitat, donde se encuentran para reproducirse y tener las crías hoy está lleno de plásticos”.
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