La licenciada en Nutrición, Romina Rodríguez, MP 390, nos pregunta en esta oportunidad si hemos experimentado alguna vez la sensación de estar saciados. En esta columna de nutrición analizamos cuantos tipos de saciedad existen cuando comemos y las características de cada una de ellas.

La saciedad finaliza el proceso de ingesta alimentaria y para que eso suceda tiene que ocurrir un mecanismo en el cuerpo que determinará cuándo es el momento para parar de comer.
Distintos tipos de saciedad
Saciedad Cognitiva: Según Rodríguez, la saciedad cognitiva es la que menos percibimos porque no nos tomamos tanto tiempo para almorzar o cenar. Asegura que actualmente el tiempo utilizado para cada una de las comidas ronda entre los 10 y 15 minutos. Sin embargo, nuestro cerebro necesita entre 30 y 40 minutos para captar esa sensación de estar saciados.

La saciedad cognitiva se produce a través de los alimentos. Cuando nosotros hacemos esa ingesta alimentaria el estomago comienza a estirarse, el cerebro capta la señal de que está ingresando alimentos al organismo y que ese es el límite.
Saciedad Sensorial: En este caso, la saciedad sensorial tiene que ver con “empezar a comer con los sentidos”, pero para esto necesitamos mucho más tiempo. Por ejemplo cuando “me siento, observo el plato, los cubiertos, mastico, pienso como voy a masticar lo que estoy comiendo y percibo los olores”, asegura la profesional.

Es como comer con todos los sentidos. Actualmente en nutrición, existe una visión mucho más holística donde se integran todos estos aspectos. Esto tiene que ver con la saciedad sensorial.
Saciedad Química: Este tipo de saciedad está relacionado con la calidad de los nutrientes ya que existen alimentos que nos dan mayor sensación de saciedad. Tenemos 3 nutrientes, proteínas, hidratos de carbono y grasas. De todos esos alimentos lo que más saciedad nos va a dar son las proteínas.

Las vamos a encontrar en todos los diferentes tipos de carnes: de vaca, de pollo, pescado, en los huevos, lácteos y quesos. “Si en cada una de mis comidas incluyo una porción de proteínas voy a llegar con menos hambre a la siguiente comida”.
Saciedad Edónica: Es cuando “yo elijo la porción”, cuando la visualizo, elijo comerla, sé que es eso y ya está. Es una sensación de placer. Es algo más consciente y hay una diferencia con el hambre emocional, que es cuando entra en juego alguna emoción que uno no puede parar o cuando aparece el atracón.

En relación a esto último, la profesional asegura que el intestino está fuertemente relacionado con las emociones. En algún momento de tristeza, angustia, bronca, podemos comer algo y automáticamente sentirnos mal o descompuestos.
“En el intestino secretamos serotonina que es la hormona del buen estado de ánimo, algo que es sumamente necesario” explica Rodríguez. De ahí el tan conocido dicho “panza llena, corazón contento”
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