Tomas Rodríguez, 46 años en LU5

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El 1 de junio de 1976 comenzó la historia del trabajador con más años dentro de los pasillos de LU5. Tomás Rodríguez estuvo activo frente a la consola de la radio por 46 años

En su casi medio siglo de trabajo, Tomás transitó un camino de constante renovación y actualización tecnológica a la cual tuvo que adaptarse. Y en medio de ese derrotero, Tomás tiene en claro con cuál radio se queda. “El vínculo más romántico lo tengo con la radio con la que aprendí a operar, en aquella época el trabajo en radio era más artesanal”, destacó el operador frente al micrófono de LU5.

Si bien él remarca que “hoy en día todos los sonidos y los audios están disponibles en una computadora”, valora y añora “esa época en la que la producción de radio era artesanal“.

En su último día de trabajo, Tomi se despidió
en los programas que acompañó desde la consola.

Luis Trujillo, antiguo operador de LU5 y compañero de Tomás, no podía falta en la despedida. Fue su mentor y guía dentro del medio radiofónico y con quien hoy mantiene una gran amistad.

Luis, al igual que su amigo, recordó aquellos tiempos de radio primigenia que realizaron juntos: “los efectos de sonido del radioteatro de Jorge Edelman los hacíamos de forma manual; por ejemplo, con el sonido del cierre de una tapa de piano imitábamos el tiro de una escopeta”. Y Tomás fue quien completó la anécdota que hizo estallar la risa en el estudio: “hicimos ese sonido de la escopeta hasta que Jorge Edelman se golpeó los dedos con la tapa del piano y fue un tiro y grito al mismo tiempo”.Tomás Rodríguez en Viento a Favor

Durante su última jornada de trabajo como operador en los controles de LU5, cada programa que se emitió despidió a Tomás. Los equipos de los programa Todo Bien, Viento a Favor, Vuelta de Página y hasta Al Final de Todo, se tomaron su tiempo para dedicarle unas palabras, recordar anécdotas, escuchar parte de su historia y celebrar la nueva etapa de nuestro compañero.

su familia fue parte del festejo. Al finalizar su turno lo sorprendieron en la vereda con carteles, mensajes, papel picado y muchos abrazos.

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