Pasada la medianoche, una cervecería ubicada en Avenida Olascoaga al 2150 fue escenario de peleas, varios disparos y un choque.
Anoche pasadas las 23 horas, un efectivo policial -que se encontraba fuera de servicio- salió del local Owe y chocó un vehículo estacionado. El dueño del auto le recriminó y pidió los datos del seguro, lo que violentó al policía.
Tras la discusión, el agente se retiró pero regreso minutos después con su arma reglamentaria y gatilló varios disparos contra el vehículo que había chocado.
En medio de la conmoción, el policía fue detenido a unas cuadras del lugar cuando intentaba huir. Gracias a los declaraciones de los testigos, se logró identificar el vehículo y detenerlo a las pocas cuadras, en calle Democracia y Río Negro.
El comisario inspector Pablo Silva, coordinador de la Dirección de Seguridad de Neuquén, informó que fueron nueve los impactos de bala que quedaron registrados luego de la pericia policial, aunque contando los que no dieron en el auto ascenderían a los catorce.
“Es un suboficial de la Policía de Neuquén, de la División de Transporte”, confirmó el comisario.
Silvia indicó que luego de realizarle un examen de alcoholemia al detenido, arrojó un resultado de 1,43 gramos de alcohol por litro de sangre.
A su vez, el comisario destacó que se demoró a Pablo Méndez, uno de los propietarios del local por interceder en el procedimiento y ocasionar “algunos disturbios menores“. “Mientras el personal policial estaba realizando las diligencias de rigor en frente del local, se suscitó un inconveniente que impidió que el resto del personal continuara con las diligencias en el lugar del hecho”, afirmó, y añadió que está descartada la posibilidad de que el acompañante del policía también pertenezca a la fuerza.

Por su parte, Marcelo Neme, el socio del comerciante detenido, también dio su versión de los hechos.
Relató a LU5 que al regresar el agresor al local, se bajó del auto y le “vació el cargador”. En el lugar había tres personas cenando que pertenecerían a la Policía Federal y fueron los que llamaron a los efectivos para hacerse cargo de la situación.
En cuanto a la detención de su socio, Neme explicó que Méndez discutió con los policías al notar que el agresor no lo estaba esposado. “Mi socio se dirige al policía y le dice, empáticamente, que era una situación irregular y que no podían tener suelta a esta persona, armada y violenta. La “mejor opción” que tiene la Policía es esposar a mi socio, agredirlo y llevárselo detenido”, aseguró.